domingo, 22 de marzo de 2009

PRACTICA DOCENTE

REPORTE INICIAL DE LA PRACTICA DOCENTE
UN DÍA EN MI SALON

Mi nombre es Lizbeth Rodríguez Juárez, actualmente presto mis servicios de docente, en la comunidad de Xilocuautla, Huauchinango, Puebla, en el centro de educación preescolar indígena, “HERMELINDO SANCHEZ GOMEZ”. La comunidad queda como a dos horas de mi casa, cada mañana me levanto para ir a mi centro de trabajo para compartir alegrías y momentos de juego y aprendizaje, trato siempre de estar bien para que los niños sientan mi energía y ellos puedan sentirse bien dentro del salón. Me gusta trabajar en esta comunidad ya que los pequeños hablan el dialecto y así nos podemos comunicar y por su puesto que ellos me ayudan a dominar un poco mas la lengua, la lengua que se habla en esta comunidad es el nauatl, este pueblo aun conserva su lengua lo cual es muy bonito, se oye bien cuando entre ellos conversan me da alegría mirarlos conversar. Al darlas 9:00 a.m. Nos metemos al salón para comenzar un día en mi salón, primero cantamos, al mismo tiempo que bailamos para estirarnos y comenzar con entusiasmo el día. A los pequeños les gusta mucho cantar, bailar, jugar por eso es que trato de hacerlos sentir bien con lo que les gusta, si ellos ven que no canto nada me comienzan a decir que a que hora vamos a cantar, a ellos les gusta mucho La tía Mónica, la hormiguita y Las Calaveras. Al cantar los pequeños mueven la caderita de una forma exagerada pero muy bonito, mueven las manitas, en si todo su cuerpecito, algunos cantan muy fuerte, casi gritando, me gusta cantar y jugar por que así todos participan y se unen. Yo creo que es mejor jugar y cantar por que los niños se desenvuelven, se sienten en confianza y libres de hacer lo que quieran, demuestran sus emociones y es el instante en que veo que todos sonríen lo cual me hace sentirme feliz también, además que se aprende mas por medio de juegos y cantos, y a los pequeños no se les hace pesado el día. Algunos otros pequeños al llegar al salón me comentan que les paso por la tarde el día anterior, me cuentan que vieron, que hicieron, hacen gestos y hablan sorprendidos de lo que vieron.

No me gusta gritarles ni pegarles ya que por propia experiencia creo que no es lo mejor, ya que uno después no quiere hacer nada por miedo a equivocarse y de recibir un castigo o simplemente tener miedo a que alguien te grite, ya que cuando eres pequeño casi todo te asusta. Siempre trato de verme sonriente con los niños y trato de apoyarlos en lo que puedo, , para ganarme su cariño, amistad y confianza, a veces les llevo dulces o galletitas. La forma de ser de un maestro sobre todo de preescolar debe ser siempre alegre para que los niños se sientan igual, siempre creando un ambiente de amistad.
Algunas veces algunos pequeños lloran porque no pueden realizar ciertas actividades, a mi en lo personal no me gusta ver llorar a los niños porque me contagian su nostalgia es por eso que siempre les brindo mi apoyo para que logren finalizar su actividad.
Yo considero que a los pequeños no se les debe dejar tarea ya que realmente ellos no la realizan sino que se los hacen su mamá o algún hermanito más grande que ellos lo cual no me serviría para ver si de verdad han desarrollado alguna habilidad.
En el transcurso del día realizar la actividad a realizar y al finalizar el día nos despedimos y cantamos, así es un día en mi salón. Siempre esperando dar lo mejor al día siguiente.

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